En la tarde del jueves 22 de junio en el Centro Cívico Príncipe de Asturias de Quintanar de la Orden, se celebraba un festival solidario lleno de música, baile y arte.
Organizado por el artista Jesús Cordones y con la colaboración del Ayuntamiento de Quintanar de la Orden y de un numero número de artistas, el festival se celebraba para recaudar dinero para ayudar a las Hermanas Trinitarias de la localidad.
Lo que se realizó fue un festival musical variopinto con actuaciones muy diversas, desde recital de poesías, cantantes y músicos tanto solistas como en grupo, coros o actuaciones de baile.
Jesús Cordones contaba como se le ocurrió la idea y es que su pima Juli García vecina de la localidad, lo impulso a llevar a cabo este evento para ayudar a las Madres Trinitarias. Aunque Jesús ya había realizado más actos benéficos, cada vez es más su implicación en los mismos.
Lo que Jesús quiere conseguir con el dinero recaudado es ayudar a las Hermanas Trinitarias de Quintanar para que puedan poner calefacción en las habitaciones del convento ya que hasta ahora no tienen y les supone enfermar y pasar mucho frio en invierno. Además también quiere hacer visible a los ciudadanos la situación de las mismas para que también les puedan ayudar.
Los concejales Florencio Toldos, Laura Nieto, Antonio de la Guía y Natalia Sánchez-Flor no quisieron perderse la cita y apoyaron esta buena causa.
Laura nieto se dirigió al público para agradecer en nombre del Ayuntamiento a Jesús Cordones el haber organizado ”este acto tan solidario” y daba las gracias a todos y cada uno de los artistas que han puesto “su granito de arena para que esto sea posible”. Decía que el Ayuntamiento siempre estaba “dispuesto a ayudar en estos actos a todo aquel que lo necesite”.
Jesús Cordones actuaba como maestro de ceremonias y presentaba en primer lugar a Juan Justo López, miembro de la Asociación quintanareña El Común de la Mancha que recitaba el último poema que el mismo había escrito.
Posterior llegaba el turno de otra quintanareña Paquita Cordones que deleitaba a todos los presentes cantando unos pasodobles como fueron “Viva el pasodoble” en homenaje a Rocío Jurado, “Campanera” y “No te vayas de navarra”.
Después, Conchi Moyano, también miembro de El Común de la Mancha leía dos poesías propias, una de ellas decía estar dedicada a su madre pero a su vez la dedicada a todas las madres de los allí presentes.
Y llegaba a el turno del grupo de clarinetes de la Escuela Municipal de Música dirigido por Sebastián Heras que interpretaban dos piezas muy conocidas. Una de ellas Dancing Queen de Abba y la otra Danza Húngara n°5 de Johannes Brahms.
Miguel Ángel Sánchez también escritor y miembro de El Común de la Mancha, salía al escenario para deleitar a los presentes con dos poesías. Uno de sus poemas hablaba sobre Jesús y la conexión que los hombres tenemos con él.
Y llegaba el turno de la magnífica Esmeralda Fernández, gran cantante que dejó a los asistentes con la boca abierta cantando canciones como “Me cuesta tanto olvidarte” de Mecano, ‘Un año de amor” de Luz casal, “Cheek to cheek” de Fred Astaire o canciones del grandísimo Frank Sinatra.
Tras ella, Jesús Cordones ofrecía un maravilloso solo en la guitarra tocando piezas muy sentimentales que llegaban al interior de uno mismo.
Posterior, Esmeralda volvía a subir al escenario con una sorpresa, la acompañaba en el escenario la coral en la que canta de Miguel Esteban llamada Mar de Vides con Pedro a la cabeza como director y, deleitaron a todos los presentes con cuatro canciones de diferentes épocas y estilos algunas de ellas fueron “Eres tú” de Mocedades y “Bésame, bésame mucho” de Luis Miguel.
Y por último la Asociación Raíces Manchegas de Quintana interpretaba cuatro piezas con sus vistosos trajes y caras de simpatía. Cuatro jotas que alegraban a todos y todas las presentes y, para poner el boche final a una alegre noche regalaban a los presentes la jota de Quintanar.
Todos los asistentes y los participantes felicitaron a Jesús Cordones por el trabajo realizado y la organizado del festival para una buena causa.
A la entrada del acto, un grupo de voluntarios estaba vendiendo dulces elaborados por las Hermanas Trinitarias para la ocasión a un precio popular.
Sin duda, un festival muy necesario que no dejó indiferente a los presentes.
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