Desde el sábado, 28 de mayo y hasta este domingo, 5 de junio, se han celebrado los actos en honor a la patrona, la Virgen de la Piedad en la festividad de Pentecostés o como se conoce tradicionalmente en Quintanar la fiesta de la Subida de la Virgen.
Quintanar de la Orden vive este fin de semana una de sus fiestas más tradicionales y arraigadas en el municipio que permiten venerar a la patrona, la Virgen de la Piedad, en diferentes actos religiosos que tienen lugar durante estos días y que tienen un especial significado para los vecinos y vecinas de la localidad.
Así, el pasado 28 de mayo, tenía lugar la Solemne y Devota Veneración a Ntra. Sra. de la Piedad en la Ermita de Extramuros con el Santo Rosario; mientras que el 29 de mayo se procedía, en la ermita de intramuros, a la subasta de banzos para portar a la Virgen en la procesión de este domingo.
Los días 2, 3 y 4 de junio se celebraba el Triduo en su honor en la ermita de intramuros con el rezo del Santo Rosario y el ejercicio del Triduo, celebrándose tras el último triduo la puja de la Medalla que ha portado la Virgen todo el año. A continuación se procedía al traslado de la imagen desde la ermita hasta la Iglesia Parroquial y después se volvía a celebrar como de costumbre la popular verbena en la ermita de Extramuros.
El día grande para Quintanar llegaba el domingo, 5 de junio, festividad de Pentecostés, que se iniciaba desde bien temprano con las alegres Dianas a cargo de la Banda Sinfónica Municipal, dirigida por Sebastián Heras, encargada además, de recoger al Mayordomo Mayor de la Fiesta, en esta ocasión, Manuel Ángel Esquinas.
Las autoridades eclesiásticas y miembros de la Hermandad-Mayordomía eran recibidos a las puertas del Ayuntamiento por el alcalde, Juan Carlos Navalón y miembros de la Corporación Municipal. Precisamente el alcalde, felicitaba al Mayordomo Mayor y se congratulaba de poder volver a celebrar esta fiesta tan importante para los quintanareños y quintanareñas. “Tras dos años de pandemia esta tradicional fiesta vuelve a brillar en todo su esplendor y el pueblo vuelve a salir a la calle para acompañar a la patrona junto con la Banda Sinfónica y los niños y niñas de Primera Comunión”. Navalón aprovechaba para agradecer a la Hermandad-Mayordomía el trabajo que lleva a cabo durante todo el año y, más especialmente, en estas fechas, cuando se celebran acontecimientos entorno a los patronos.
La Solmene Función con la patrona en la Parroquia
Desde la Plaza del Ayuntamiento se dirigían al Templo Parroquial para la celebración de la Eucaristía en honor a la Virgen de la Piedad que era presidida por Monseñor Rafael Escudero López-Brea, Obispo prelado de Moyobamba (Perú). En la misma también intervino la Coral San Cosme y San Damián, dirigida por Nicolás Baón Navarro.
Antes de iniciarse la misa, dirigía unas palabras a los asistentes el presidente de la Hermandad-Mayordomía, Francisco Añover quién explicaba que la festividad de Pentecostés se celebra a los 50 días de la celebración de la Resurrección de Cristo, con el cumplimiento de la promesa que hace el Señor de enviar el Don del Espíritu Santo con la presencia de la Virgen como reina de los apóstoles y siempre vinculada al Espíritu Santo. “Quintanar siempre hemos querido asociar la solemnidad de Pentecostés a la devoción que ofrecemos a nuestra madre la Piedad Mariana que ha acompañado a los quintanareños desde los inicios de nuestro pueblo se ve enriquecida a través de los siglos por el reconocimiento que le hacemos en la fiesta de la subida peregrinando al mismo lugar donde tiene origen esta devoción en la ermita de extramuros”.
A continuación, tomaba la palabra el Mayordomo Mayor de la fiesta, Manuel Ángel Esquinas, quien se mostraba emocionado y tenía palabras de agradecimiento tanto para su familia con una mención especial a su padre ya fallecido, así como para amigos, autoridades y compañeros de la Hermandad Mayordomía. Manuel Ángel dijo estar viviendo unos días muy especiales pues para él es una satisfacción y un honor ser Mayordomo de la Virgen de la Piedad y el Cristo de Gracia. “Tener este cargo, me ha permitido conocer a grandes compañeros y amigos que han mostrado un grado de implicación sublime trabajando de forma incansable y espero haber podido colaborar en el servicio a nuestros patronos”.
Ya por la tarde, tenía lugar uno de los momentos más grandes y vistosos, la procesión con la imagen de la patrona que era arropada, además de por numerosos vecinos y vecinas del municipio, por la Reina y las Damas y los niños y niñas que este año han recibido su Primera Comunión formando una entrañable estampa.
Una procesión, que tenía parada en la ermita de extramuros y que, tras recorrer las calles de la localidad concluía de nuevo en la ermita de los patronos con una pólvora en su honor a su paso por la Plaza de la Constitución.
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