La era Rubén Gala arrancaba en Socuéllamos ante un equipo que no se había dejado ningún punto en su estadio. El equipo realizó los mejores cuarenta y cinco minutos de la temporada.
El partido no comenzó de la mejor manera. A los quince minutos, Chupi se retiró del terreno de juego y entró Arturo para mandar a Angelito a la banda donde estaba jugando el albaceteño.
Superado el ecuador de la primera mitad, llegó el primer tanto. Carlos Moreno remató al fondo de las mallas un centro medido de Rodri desde la esquina. El equipo no se relajó y buscó el segundo, que no tardó en llegar.
Tras una bonita combinación entre Angelito y Oliva, el balón le llegó a Gavilán que se deshizo de su marca para después colocar el esférico lejos del alcance de Bernabé. 0-2 a la media hora. Mejor comienzo imposible.
El conjunto verde se marchó a vestuarios con una renta más que merecida. Tras el descanso, el Toledo perdonó en exceso y no fue capaz de sentenciar el encuentro. Y lo acabó pagando.
A falta de diez minutos para el final, llegó la jugada que cambio el devenir del partido. Tercero Campos señaló un penalti totalmente inexistente de Luna. Megías no falló, aunque Yelco tocó el balón.
La afición local se vino arriba y empujó a su equipo hasta que encontró el empate. Iván Hujo se aprovechó de numerosos rechaces dentro del área para batir después al meta madrileño.
Ya en el descuento llegó la jugada más polémica del choque. Gavilán cayó derribado en el área socuellamina, pero el colegiado no concedió la pena máxima y sacó la acción fuera del área.
Finalmente, reparto de puntos en el Paquito Giménez, donde el Toledo fue superior al rival y mereció mucho más que un punto.
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