Compañía Peninsular de Teléfonos, Anuario Telefónico. Año de 1916. Lista de abonados a las redes urbanas enlazadas con la interurbana general de España, Madrid : Editado por la Empresa anunciadora Los Tiroleses (Imprenta Tejada y Martín), [1916], 737 p., 24 cm
Esta publicación no se conserva en ninguna biblioteca pública española. No figura en el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico (CCPB), ni en los de la Biblioteca Nacional, bibliotecas universitarias, públicas del Estado… Tampoco forma parte de la biblioteca especializada del Archivo Municipal de Toledo. El ejemplar que reproducimos y comentamos pertenece a la familia toledana San Román Águila, a la que agradecemos el apoyo para su difusión. No es el único ejemplar existente en España porque, sin duda, habrá otros que permanecen no localizados ni accesibles.
Para valorar la importancia de esta publicación es preciso conocer la historia de la telefonía y de la empresa que lo editó de la que, por cierto, apenas existen impresos en nuestras bibliotecas.
El teléfono llegó a España, a Barcelona, en 1877, un año después de su invención por A. G. Bell. Su expansión posterior sería muy lenta y con grandes desequilibrios regionales. En sus primeras décadas la telefonía se extendió bajo cierto control estatal, pero sin llegar al monopolio. De tal forma la construcción y explotación de las líneas quedó en manos de empresas privadas, bajo ciertas condiciones. Distintos cambios normativos, motivados por los gobiernos de turno, ampliaban o reducían el control estatal sobre las líneas y sus condiciones de explotación.
Según Ángel Calvo, al que seguimos en estas líneas, Madrid fue la primera ciudad que contó con una red pública a cargo de Telégrafos ya en 1883. Pero en Barcelona la red se extendió antes, desde 1881, por iniciativa de compañías privadas. Una de ellas sería la Compañía Peninsular de Teléfonos (CPT) fundada en 1894 por empresarios catalanes contando con financiación inglesa. Un año después esta empresa compraría la STM que mantenía la red telefónica en Madrid. Su crecimiento continuó en los años siguientes por otras ciudades y regiones de España a través de acuerdos o adquisiciones de compañías locales o comarcales con el objetivo de convertirse en una compañía telefónica nacional. A ello ayudó que desde 1906 cimentara su control sobre la red interurbana general (red de larga distancia). En 1924, poco antes de su desaparición al crearse el monopolio estatal de la Compañía Telefónica Nacional de España, la CPT, junto con sus filiales, mantenía más de la mitad de los abonados a la telefonía en nuestro país.
Hacia 1920, con datos publicados por Javier Nadal, se contabilizaban en torno a 80.000 teléfonos, mantenidos por distintos agentes: 67.736 eran servidos por noventa y ocho concesionarios, siendo la CPT el más importante de ellos; el Estado atendía ciento diez redes locales con 8.135 teléfonos operativos; de las corporaciones locales que daban servicio en sus propias poblaciones dependían 639 teléfonos; y finalmente, había 4.252 instalados por particulares. En 1926, dos años después de la creación del monopolio estatal, el número de teléfonos existentes en España era de 126.900.
En 1923, de las 1.292 localidades españolas que contaban con servicio telefónico, la CPT lo prestaba en 189, las más importantes. Una de ellas, y desde 1914, era Toledo. En nuestra ciudad la red telefónica se había iniciado en 1890 debido a la iniciativa del empresario y político Rodrigo González Alegre y Álvarez. El Centro de Teléfonos de Toledo, en 1893, ya daba servicio en localidades próximas como Ajofrín, Argés, Bargas, Burguillos, Cobisa, Gálvez, Olías y Polán. En 1921 se contabilizaban en torno a 890 abonados en la red de telefonía de Toledo.
El Anuario telefónico de 1916 de la CPT recoge la lista de los abonados de los centros telefónicos urbanos dependientes de esta compañía de las siguientes ciudades españolas, siguiendo un orden alfabético: Alcira, Alcoy, Algeciras, Alicante, Almería, Ávila, Avilés, Badajoz, Barcelona, Baza, Berga, Betanzos, Bilbao, Burgos, Cabeza del Buey, Cádiz, Cartagena, Castellón de la Plana, Castro Urdiales, Ciudad Real, Córdoba, La Coruña, Denia, Elche, Ferrol, Gandía, Gerona, Gijón, Granada, Guadix, Guipúzcoa, Guadalajara, Haro, Huelva, Jaén, Jerez de la Frontera, La Garriga, Vich y su comarca, León, Lérida, Linares, Logroño, Madrid, Málaga, Manresa, Martorell, Mataró, Medina del Campo, Mérida, Monforte, Motril, Murcia, Olot, Orense, Oviedo, Palamós, Palencia, Pamplona, Pontevedra, Reus, Sabadell, Salamanca, San Sebastián, Santander, Santiago, Sevilla, Tarragona, Toledo, Torrelavega, Suances, Valencia, Valladolid, Valls, Vinaroz, Vigo, Villagarcía, Vitoria, Zamora, y Zaragoza.
De cada una de estas centrales telefónicas el Anuario reproduce un listado, siguiendo un orden alfabético establecido por los apellidos de los abonados y los nombres de las entidades, en el que se incluye, de izquierda a derecha, el número de teléfono (lo normal es que tenga tres o menos cifras salvo en las grandes ciudades), los apellidos y nombre del abonado (incluyendo a veces su profesión) o el nombre de la empresa o entidad, y, por último, su domicilio (nombre de la vía y número). En buena parte de sus páginas se incluyen anuncios publicitarios de empresas que utilizaban este medio para dar a conocer sus productos y servicios.
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Mariano García Ruipérez
Archivero Municipal de Toledo
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